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Torre de Reixes
Con las primeras lluvias del otoño, las setas se vuelven protagonistas indiscutibles de la cocina. Es la época idónea, para este sabroso ingrediente, gracias a su clima. Ni demasiado frío, ni demasiado caluroso. Con humedad alta y luz moderada. Es el momento en el que los recolectores de setas salen al campo a buscar, estos pequeños tesoros gastronómicos, para incluir en las recetas.
Son una excelente materia prima para crear infinidad de platos: cremas, revueltos, arroces, pastas y todo tipo de guarniciones. Un sabor que recuerda a los matices de la naturaleza. Tierra, árboles, hojas caídas… Entre sus muchas virtudes, son una importante fuente de proteínas vegetales de alta calidad. Alcalinizantes y ricas en vitaminas y minerales. Incluso, en Oriente, fueron consideradas medicinales.
Es importante saber que no todos los tipos de setas son comestibles. Por eso, es mejor que estén recolectadas por profesionales. Debemos respetar el bosque. Por ello, si tienes la capacidad de hacerlo tú mismo, te recomendamos no rastrillar el suelo y recoger las setas maduras y enteras desde el pie.
Directas de la cesta a la cocina. ¿Qué plato se te ocurre cocinar con ellas?
Foto: Unsplash
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