La cebolla es un ingrediente imprescindible para darle sabor a muchos platos. Es versátil y podemos cocinarla de todas las maneras posibles, además, sus propiedades culinarias nos aportan nutrientes que la convierten en un alimento muy recomendable. Pero, ¿quién no ha llorado alguna vez cortándola? La mala noticia, es uno de los momentos más molestos a la hora de cocinar. La buena, ¡tenemos la solución para evitarlo!
Hemos encontrado 3 trucos muy fáciles para que no sufras más.
El frío
Es un truco simple, pero efectivo. Mantén la cebolla en el congelador antes de cortarla para cocinar. El frío disminuye su efecto lacrimógeno y así evitarás el picor y el enrojecimiento de los ojos.
El agua
Puede que no sea tan eficaz como el anterior, pero funciona. Si pelas la cebolla, con ayuda del agua, evitarás el efecto del gas de este vegetal. Ya que contiene sulfóxido de tiopropanal que aviva el escozor de ojos.
Corte por partes
Nuestro último consejo, y otra gran alternativa. Corta la cebolla por la mitad y, después, colócala boca abajo para cortarla.
¿Qué te han parecido estos trucos? Ahora toca la prueba de fuego.
Fuente: Sabrosia